Confitería Gil S.L. lleva impregnado el sello de sus fundadores.

Agustín Gil Santana comenzó a trabajar de niño en el mundo de la pastelería en Peñaranda con su padre D. Paulino Gil y en 1956, en compañía de su esposa Rosario Jiménez Rodríguez, se trasladan a Salamanca donde inician su actividad empresarial con un pequeño obrador y tienda regentado por ellos mismos en la calle María Auxiliadora.

Como gustaba reconocer públicamente, Agustín Gil no era más que "un enamorado de mi profesión, en la que solamente he intentado cumplir estrictamente como un profesional pastelero, con la dedicación y muy valiosa ayuda de mi esposa Rosario", y sin olvidar a todos sus empleados, a los que consideraba "sus propios hijos".

Con el paso de los años, la evolución constante de la empresa en calidad y servicio al cliente ha ido generando la necesidad de traslados a obradores mayores y la apertura de más tiendas, hasta que en 1998 se construye el obrador donde actualmente se elaboran todos los productos de la empresa.

En reconocimiento a tantos años de esfuerzo y dedicación luchando por conseguir la excelencia profesional, Confitería Gil, personificada en la figura de Agustín Gil, recibió numerosos premios y distinciones, entre los que destacan la Medalla al Mérito Empresarial de la Cámara de Comercio de Salamanca en 1989, el International Gold Star y el Cecale de Oro 1999.
El obrador está situado en el Polígono de Villares de la Reina, Salamanca, el obrador dispone de 2.860 m2 y la última tecnología en maquinaria artesanal para la fabricación de productos de pastelería, confitería, bollería, heladería, bombonería, turrones y mazapanes.

En este obrador se fabrican diariamente de forma artesana el pedido realizado para dar servicio a siete tiendas propias y quince asociadas en Salamanca y provincia.

En todas estas tiendas se exponen al público una gran variedad de productos contando con más de 700 referencias distintas.

Hace años D Agustín y Dña. Rosario para asegurar la continuidad de la empresa, hicieron socios de la misma a varios trabajadores.

60 años después la sociedad pertenece a varios trabajadores en activo o jubilados, así como a dos sobrinos de los fundadores, estando al frente de la dirección D. Mariano Matías Jiménez, que mantiene como base los pilares en los que siempre se ha basado Confitería Gil: calidad, precio y servicio.

Actualmente la empresa está formada por unos ochenta trabajadores; la inmensa mayoría llevan muchos años trabajando dentro de la empresa y todos ellos constituyen uno de los pilares fundamentales de la misma por su gran profesionalidad y dedicación.